jueves, 26 de diciembre de 2013

Feliz Navidad




Toca recordar el nacimiento. Dentro de 33 su muerte. Año tras año olvidamos, año tras año tratamos de recordar… Pero recordar qué.

Hubo un tiempo en que la navidad se prohibió. El pueblo se rebeló y puso fin a dicha prohibición. La necesidad de recordar es más fuerte que todos los ejércitos del mundo.

Los romanos, en navidad, posponían todos los negocios y guerras, había intercambio de regalos, y liberaban temporalmente a sus esclavos muchos de ellos, posiblemente, con algún lejano ancestro común.

Algunas tradiciones de la Navidad, particularmente las de Escandinavia, tienen su origen en la celebración germánica de Yule. Constituía sobre todo una fiesta de la familia y estuvo siempre dedicada a la fertilidad, a los solsticios y a la familia. Era una festividad donde también se recordaba a los ancestros, los amigos ausentes, y la mesa donde se celebraba la fiesta se preparaba con esplendor y magnificencia, ante la tumba de los parientes fallecidos y priorizando la hospitalidad hacia los forasteros. En la lengua española, la palabra Yule se traduce como "pascuas" o "navidades". La "fiesta de yule" es de corte druídico

El significado de la navidad está estrechamente ligado a la familia. Desde nuestros más remotos antepasados hasta aquellos que aún no han nacido y lo harán.

Todos los niños cuando nacen acaban de ver a Dios. Pero a medida que crecemos se nos olvida. La navidad es para recordárnoslo. Para no olvidar que un día estuvimos con Dios y que un día volveremos con él…. Me contaron que un día una niña de 3 años se acercó a su hermanito bebe y le dijo “hermanito, cuéntame como es Dios que a mi se me está olvidando”.

Dios se sacrificó por nosotros al venir a este mundo, donde estaba había menos problemas, hoy estamos alegres pues Dios viene a ayudarnos.... Si "traducimos" la frase anterior a algo más "terrenal" podríamos decir que un "ser" se sacrífica, dejando un "mundo" mejor, para venir a este con el motivo de ayudar a una familia a sanar, a crecer en conciencia.

Hay miembros de la familia que aún están con nosotros y que no se “irán” hasta que encontremos “algo”. Sólo nosotros podemos “liberarlos” encontrando la causa que originó su “condena”.
La navidad está llena de símbolos. Símbolos que hay que interpretar.

El portal de Belén  representa la protección que nos brinda nuestra familia. Al igual que José y Maria, tardamos mucho en encontrarlo y aunque en un principio nos parece pobre, es lo que realmente  nos brinda verdadera protección frente a la intemperie.

José representa a toda la familia por parte de nuestro padre. María a toda la familia por parte de nuestra madre. El niño Jesús a los hijos que unen ambas familias. Ellos son los que ven, como si de uno se tratase, a los dos clanes familiares. El recién nacido representa una nueva oportunidad, para ambos clanes.

El buey y la mula podrían representar a nuestros ancestros más lejanos en el tiempo. Al fin y al cabo, antes de seres humanos fuimos animales.

El árbol de navidad representa a toda nuestra familia, nosotros somos una de las ramas. El árbol, como la familia, nunca deja de crecer. La parte del árbol que se ve, representa a la familia aún en vida. Debajo de la tierra, aunque no se vean, están las raíces, ellas nos sostienen, nos nutren…

La comida en la mesa es tan abundante que cualquier miembro de la familia se sentirá invitado a disfrutar del banquete. Hay regalos que parecen no ser para el que lo desenvuelve. Quizás los "reyes" estuvieran pensado en “otro” miembro de la familia al depositarlo.

Luces de colores, fijas e intermitentes, que representan las almas de todos los miembros de la familia.

Los germanos y escandinavos, en esas fiestas, adornaban un árbol perenne, que representaba al Yggdrasil o árbol del Universo, costumbre que se transformó en el árbol de Navidad.

Los reyes magos, y Papa Noel, representan a nuestros ancestros. Ellos vienen desde “muy lejos”, acompañándo a una “estrella” que les guía hasta la casa donde el nuevo ser del clan va a nacer. Justo cuando el niño nace, la estrella desaparece. ¿Dónde está?, quizás dentro del niño. Quizás esa LUZ era parte de Dios, parte de la luz celestial. Parece que ese niño, nada más nacer, recibió al Espiritu Santo.

El puente, que los reyes magos tienen que atravesar para llegar al portal, representa el nexo entre dos mundos.

En un árbol, en el belénhay una ángel que nos avisa de la importancia del acontecimiento. Él nos quiere incitar a que busquemos.

Curiosos son los sinónimos de Belén;  nacimientomisteriopesebre (hay un cúmulo abierto en la constelación de cancer que lleva este nombre)… portalpasito... Antiguamente el belén (portal) se destruía,  después de cumplir su misión...

Aquellos que van por buen camino son premiados con regalos. Los que no, reciben carbón, para que su luz les ayude a buscar por otro "sendero".

La estrella representa la luz celestial que se hizo carne y habitó entre nosotros. 

En noche buena, al reunirse gran parte de la familia, surge una gran oportunidad de buscar nuestras causas perdidas, paso previo necesario para sanar. Una oportunidad que queda reflejada en el famoso cuento de Charles Dickens, en el que se habla de cómo una persona huraña o tacaña puede cambiar su actitud durante la Navidad.

El niño recién nacido representa nuevas fuerzas  para conseguir lo que aún no hemos logrado. Una nueva oportunidad para sanar. Un nuevo sol para vencer a la oscuridad. Una nueva posibilidad para que las almas, cual globos de papel de seda, suban a los cielos.

El recién nacido representa al “niño” en el que se deposita la confianza, para encontrar las causas perdidas, que solucionen “los problemas” familiares,  que nos impiden avanzar. ¿Quieres ser tú ese “niño”?. ¿Quieres dar ese pasito?.

Atreveté a saber o, como se diría en latín, SAPERE AUDE.

FELIZ NAVIDAD.

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